martes, 21 de abril de 2009

Mittagspause.


Acabo de despertar de una siesta que no quiero que se me vuelva costumbre (creo que sólo es momentáneo) pero no soy yo; es la tranquilidad de mi pueblo, el sol primaveral y la cama que tengo que me dicen despacito anda ya, duerme un poco.
Utimamente he pensado bastante en las relaciones que he ido formando en esta, mi segunda nación, y la gente comienza a preguntar qué pasará después de que me vaya, si volveré, si seguiremos en contacto, o si simplemente me iré y todo en mi vida seguirá normal. La gente de aquí ha capturado tanto mi atención que dudo bastante que de un chasquido desaparezcan de mi mente, y eso es lo mismo que he respondido, mas tiempo es tiempo y con miedo de olvidar algún detalle, escribo aquí de vez en vez con la certeza de que mis sentimientos en este tiempo, en algún lugar fuera de mi mente quedarán grabados. Poco a poco he logrado que los ciudadanos Halberstadtianos y demás gente que he conocido este tiempo, conozcan más allá de esa sombra de la que sólo se puede obtener una forma o una imagen, y de lo contrario ir compartiendo de lo que somos y lo que nos mantiene caminando. Son susurros a veces y otras son palabras muy directas, pero hay cosas que por alguna razón me las dicen en el momento indicado y me llegan. Hoy fui a renovar mi carta del autobús y me dijo la secretaría, a la que normalmente recurro, que ya hacía falta en esa escuela, en ese momento me quedé tres segundos en silencio para retomar lo que había y dicho y pensar que probablemente no volveré después de mi partida. Así se ha consumido mi tiempo poco a poco y aunque me faltan todavía dos meses y muchísimos momentos. Voy empezando a extrañar este año y al mismo tiempo contando los segundos para regresar a mi primera casa.
Alguien me dijo que los pájaros platican entre sí...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Creative Commons License
A mis tres lectores by Juan Pablo Navarro is licensed under a Creative Commons Atribución 2.5 México License.